viernes


Me Vibra, Brevísima Antología Arbitraria
CHILE-PANAMÁ


Compilación y Selección por Chile: Gladys Mendía

Compilación y selección por Panamá: Edilberto González Trejos


Nota preliminar

Esta antología forma parte de la Colección titulada Vamos a brillar mi amor, donde se unen a dos países o dos continentes, en la búsqueda del diálogo y la multiplicidad de registros poéticos bajo una misma temática. Tenemos como referencia a Me Urbe, Brevísima Antología Arbitraria Chile-Venezuela, en la que exploramos a 12 poetas de cada país y su encuentro con la ciudad.
Me Vibra, Brevísima Antología Arbitraria Chile-Panamá, gira en torno a sus culturas y cómo eso los hace sentir y decir de una manera única. Panamá: país tropical, puerta al Caribe; Chile: país austral, fin del mundo. Les presentamos a once poetas de cada país, a quienes consideramos representativos y agradecemos a ellos la buena voluntad al querer colaborar con este pequeño aporte a la posteridad creativa.


PRÓLOGO

Largos y bañados por el mar son los territorios de estos poetas, Chile y Panamá, dos confines de sus particulares galaxias, centro y Sur América. Poetas y viajeros se unen o se aislan por afinidades afectivas más que racionales, por casualidades que resultan en presagio y cumplimientos físico y matemático en favor del original concepto de belleza. Este es el caso de la antología que a continuación se abre, el panorama estético de un micro tiempo de un grupo de poetas que sin fanatismos terminan los sueños de la poesía confesional de protesta y estructuran una nueva llama, una ruta de puntos cardinales que trataré de seguir lápiz en mano para mostrar la constelación de signos reunida que reitera el mito poético sobre nuevas plataformas.

El gran hilo de la tradición oral latinoamericana no se pierde en este territorio. ¿Quién no conoce la poesía de Gabriela Mistral, “Todas íbamos a ser reinas”? Elizabeth Neira lo sabe, “A nosotros las reinas / a las que todos querían dar por el culo / aunque nos doliera / aunque nos atoráramos gritando que ¡No jetón! / ¡Te digo que no!”

Estos poemas tienen otra característica, no todos pueden ser encontrados en la casa o la plaza, muchos de ellos están escritos dentro de una cabeza que proyecta rayos infra rojos, lecturas automáticas, futuros clichés, confesiones de madrugada. Despierto flotando en mi acuario café verdoso dentro de un Salón de Belleza / las escamas ya no tienen ese color metálico de antes / Entonces dos manos gigantes me toman  suavemente / sacan mi cuerpo a un jardín que al parecer nunca tuvo flores”

Así como este texto de Alejandra Fritz, muchos en la antología se escuchan del otro lado de un vagón del metro o el termo de café. La pecera es la ciudad, el aislante urbano, el agua retenida de un mar que quedó lejos y nos llega a cuenta gotas por el grifo que hay que pagar. La poesía no se vende. La poesía se lleva por dentro mutilada y resiste. La poesía no es para exhibirse.

Otros en cambio son nuevos bardos y chamanes, fuertes y altos reclamos, que adoloridos coloridos danzan en torres abiertas de edificios o en alfombras voladoras que alucinan a los grises mortales de la ciudad: “Y me quedo parado aquí mirando a uno y ningún lado / Y me siento tan imbécil, inmóvilmente imbécil / En el anhídrido ahue`onamiento nuclear (…)  Soy el indio de la selva gris / Poetizando el eructo flateado de tintos / En fiestas de silencio”. David Aniñir, Chile.

El poeta, el trovador choca su lira con las falsedades del mundo, como lo hace un ave ante los ventanales que desconoce. El hombre canta su dolor y valor, se reconoce ajeno a un mundo que lo expulsa como un vientre mecánico convertido en máquina donde el poder goza vernos salir y estrellar nuestra dulce capa de chicle en su resumidero.

Y hay más, estos poetas han vivido el fin  de un siglo y el comienzo del otro, del nuevo que viene ya muy gastado y enfermo, lo han visto todo: dictaduras, epidemias, caídas de sistemas y paradigmas, terremotos sociales  y naturales, sociedades reducidas al miedo, metidas en la gaveta de noche del tirano: “No hay enfermedad si no hay enfermo. / Una ambulancia se pierde esquivando cuerpos entre escombros.” David Bustos, 1972, describe de manera sucinta y delicada una sociedad aplastada por el régimen militar, sin libertad en la cama ni en la página: “Después de una noche de toque de queda / después de una cantata, peña o tocata / tú la llevas describes / desenvuelves / desempacas el poema. Doblas la ropa / antes de acostarte redactas la pena.”

Un sentimiento diferente describe Eyra Harbar en Para una violeta azul, “eres sádica con tu psicología de revelaciones / y sabes que surtirá efecto ese reguero de flores en los patios.” imágenes que cuentan una hazaña marítima, pirata, bufona, de amor que lucha por no ceder. “ Así son los amores que mis amigos lamentan, / con el hábito de ausencias atoradas al canto maldito del pájaro, / rogando amnesia, al menos odio en la poesía devastada.”

En un tono más erótico Edilberto González Trejos cava “Soy minero ante tu veta virgen, / Labrador ante tu suelo intacto, / Te descubro; / Aquella rueda que gira sobre sí / Para volver al principio soy, vuelvo /  Y te hallo / Clave escrita en mi pared.”  Javier Romero Hernández añade por su parte una sombra de misterio al fruto prohibido Porque siempre colgará tu sombra / como un fruto oscuro,

Las voces femeninas hacen lo propio erótico, tal es el caso de Katia Chiari con un poema expansivo que nos  coloca al centro de su fuerza amatoria “Entra cual tormenta, / amanece cual rocío, / en las noche de insomnio, / barriadas y galaxias, / vida misma, olor a hembra, / vueltas y vueltas, / ir y venir, / ser y estar, / un mareo nos delata.”

Mujeres poetas cantan a un tiempo roto, que les niega las llaves de la felicidad completa: De pronto no sé qué buscar en esta ciudad. / Jorge me canta,  / una Vespa espera la luz verde / y yo me vuelvo hacia el pasado... Magdalena Camargo Lemieszek. Más allá nos encontramos a Lili Mendoza,  desenfadada y desde la ventana de un rascacielo panameño grita a los cuatro vientos sus angustias Gente en desbandada; / Putas, locos y fantasmas, / en su sano juicio  / nadie abraza un ron. Paulina Atma nos da a beber su poesía pura  Estoy en guerra, / en guerra con la vida. / Sin la necesidad de derramar sangre.

Encontramos también versos tardíos, decimonónicos, los del poeta Gorka Lasa Tribaldos, 1972, ¿Qué pasará ahora que todos alucinamos con el imperio y su poder / que el canto del delfín se ahoga en los mares de los hombres ciegos? / ¿Dónde está la conciencia pura en este tiempo incorrecto? / ¿Cuánto falta para que despierte el hombre? / ¿Su amanecer, su eterno canto, su destino?  Edilberto González Trejo  también retoma alientos de humanidad para plantearnos Quien porta el báculo entre escombros / Sol en su propio día, lucero en noche ajena / desgrana misterios de una espiga común. Nunca es tarde para regresar de la torre de marfil. 

Duele la piedra de la vida / sombra/ duele el deseo que se aleja de nosotros /cuerpo/, / duele el rito de la lágrima, / flor de barro / amasada por  el miedo... confiesa Porfirio Salazar, quizá la voz poética panameña más completa de esta antología.

La temática adolescente también se presenta con devastadora agonía en las voces chilenas. Priscila Cajales narra su propia odisea  Este recorrido a casa es terrible / en el sentido de los castigos del Olimpo / en el sentido de una pena capital. La joven experiencia del fracaso siempre marca, desorienta, duele tal como lo señala Marcela Saldaño en este breve y hechicero verso El viento mueve el parque de la esquina / Por eso no lo encontraba. Infaltable la confesión matutina de  Yeko Aguilera todas las mañanas hay que abortar al feto del diablo en nuestro vientre.

Otras voces más maduras hacen un fino contrapunto  No hay nada peor que esto. No hay nada mejor que esto. Esto ha aumentado considerablemente. Esto ha disminuido notablemente. Esto no es divertido. No estamos bromeando. Bajo ningún concepto. Habría que analizarlo, estudiarlo, llevarlo a juicio y juzgarlo. Y sólo entonces decidir si hay algo. Pero no hay caso. No hay nada. (Felipe Cussen).

El poeta se reconoce en el contraste y todo lo que este produce, vómito o alegría, todo es poesía como el río Mapocho de Felipe Moncada Debes pasar rozando a la negra de voz cavernosa en el barrio de las predicciones, pues tarotistas de feria artesanal han predicho siete caballos negros a la salida del metro.

Una antología es siempre un momento irrepetible, la fotografía incompleta de un laberinto. Los poetas chilenos vienen cargados de imágenes y nos muestran gran capacidad para ejecutar en espacios diversos, con recursos complejos que nos indican su alto esfuerzo de meditación que desemboca en una poesía de lo sublime. La panameña en cambio está hecha con más sobriedad, poetas que parecieran restringidos a sus espacios personales muy bien delimitados, contenidos en un entorno mucho más concreto y llano. En contradicción a esto, la poesía panameña de esta muestra se aleja de efectos culturales propios, pareciera hacer esfuerzos por internacionalizarse, lo cual siempre arriesga en el arte hacia la estandarización, siendo la poesía la gran artesanía de los pueblos. Poetas chilenos y panameños muestran sus voces en un tren que viaja a gran velocidad pero no deja de visitar los lugares de la siempre poesía. No se sabe a ciencia cierta para dónde van, de allí lo inquietante de sus versos. Sin duda, una antología entrañable que nos hace su promesa en voz de Diego Ramírez Gajardo, Yo podría ser tu Frida / Y llevarte a compartir la oralidad en los lugares públicos donde nos encontramos casi siempre y dejarte aniquilado, perdido/ arrinconado de besos sucios, para escribirte como si no nos conociéramos


Norah Méndez
El Salvador, Septiembre de 2010





CHILE




Alejandra Fritz (Santiago, 1982) Ha participado en los talleres de la Corporación Cultural Balmaceda 1215, monitoreados por Juan Pablo Sutherland, Germán Carrasco, Héctor Figueroa y Andrés Andwanter. Becaria de la fundación Neruda durante el año 2005.

 

LENTEJUELA


Que todo lo que pudo haber sido un buen sueño no exista
llegar a casa y darse cuenta que todos han desaparecido

caer por las escaleras y que nadie pregunte si estás bien

es como decir ya no importa tanto                como si nos diéramos por vencidos

mi acuario lleno de peces comienza a formar parte de la básica arquitectura
el agua se torna  café verdosa
un pez por día flota en la superficie                          sin colores

Nadie nos explicó que cuando las cosas malas suceden
difícilmente pueden cambiar
entonces me  tiro al piso     pataleta lloro y lloro    
que pude haber hecho mal para que todos se vayan
que pudo haber sucedido para que nadie quiera acompañarme mas
en realidad no es fácil asumir que las cosas cambian

entonces salir a la calle con la idea de apagar todas las luces           no parece tan malo 
pero yo le tengo miedo a la oscuridad
así es que busco el banco Security más cercano a ver si hay otro tiroteo
a ver   si por accidente alguien resuelve mi problema
a ver si corro la misma suerte del carabinero Moyano
que en su  moto espacial corrió a salvar el mudo creyéndose invencible
como aquella niña de un metro cincuenta que defiende a su padre en la micro
de cuatro barristas furiosos creciendo cuarenta centímetros
para ser la barrera entre la cabeza de su padre y el fierro
piel y huesos que se vuelven mantequilla al contacto
pienso en un chico tan bello que con sus rulos valientes
se va al norte vestido de raso con una foto mía dos por dos y una carta que escribimos todos 
por eso la dureza del dictar vuelve las extremidades en fotografías flageladas que no dicen nada                       manos que no tocan guitarra lengua entumecida tirada a un lado
dicen que todo es liquido que todo fluye que nadie tolera la permanencia

Pero la casa se hizo tan grande que nunca logré salir

armé un cementerio en medio del jardín para mis peces de colores
                        aunque esa nunca fue la idea
quizás es lo más cercano a las flores que antes hubo
y vuelve la pataleta esta vez no se detiene ni con ducha fría
recuerdo que en muchas ocasiones la solución fue  el agüita con azúcar
el primer vaso no funciona       
litros                                  quizás podrían dar algún resultado


lo peor es que una pesadilla es se vuelva real
así es que pienso en el sueño del pez dorado con escamas metálicas
ese si es un sueño  nena

vuelvo a la cama trato de dormir otra vez


Despierto flotando en mi acuario café verdoso dentro de un Salón de Belleza
las escamas ya no tienen ese color metálico de antes

Entonces dos manos gigantes me toman  suavemente
sacan mi cuerpo a un jardín que al parecer nunca tuvo flores
lo dejan a un lado         mientras apenas respiro
cavan un hoyo del tamaño de un pez  dorado me recuestan dentro y  abrigan con tierra

      nena   esto si que es  un jardín de flores

Es como esa canción que nos gusta tanto...mmmmm sweet nothing aa aa aa
prendo una flor en mi pelo y me siento tan linda
Garota de Ipanema

Es como mirarte a los ojos                 mi corazoncito metalero
tomar un convertible rojo rumbo a la playa
escuchando a los Cure a todo chancho
entonces dices que me quieres mas que a nadie                    y te duermes

Dices que armemos nuestra propia revolución
te visto de Olga Benario y yo de Luis Carlos Prestes
hasta la muerte dices                                                             te creo

¿Qué podría salir mal ahora?...



la pregunta es tonta               
pero hoy es le día en que todos los demonios se van lejos
           que duerman en otra cama       no en la nuestra
           que vivan en otra casa                    no en esta
                que jueguen en otra población                            no en esta
                     que transiten por otra comuna                  no en esta
      que contaminen otra ciudad          no  esta
                que invadan otro país              no  este
                         que mueran en otro continente    no    en Latinoamérica
no en esta Latinoamérica nena

En el calendario casi todos los meses tienen treinta días
 los marco uno por uno
invento nuevas razones para celebrar
proclamo el día miércoles feriado legal
para por fin salir a protestar juntos

Tomas el cono sur como un helado de tantos sabores
que devoras cada vez que dices te quiero
un cono de helado que devoro cada vez que alguien se descuida

piensas que esta mal en el poema                  cuando digo cono sur
piensas en la grandilocuencia  del gordo bonachón
piensas entonces que no existe tal error
el error es no saber escuchar

tu lenguaje y el mío se vuelve promiscuo
y el cono
un juguete que disfrutamos
en mi cama
dibujas un mapa lleno de colores
me dices          imagina que      Brasil es verde
Chile es naranja
Argentina es azul
Uruguay es amarillo
Venezuela es rojo
Bolivia es celeste
Perú es lila

la noche pasa lenta      te espero despierta
le pongo stop a la película para verla juntos
pinto mis uñas rojas                así el tiempo duele menos
llegas a casa al día siguiente
me siento en tus rodillas y tatúo en tu frente  “el tiempo pasa volando... cierto?”
pienso que es un juego y me equivoco
me equivoco al decir las cosas son simples
me equivoco al seguir caminando por la misma vereda                    dices
en septiembre las alergias son cosa seria
en septiembre y octubre la inflación casi nos mata
en octubre sube el dólar 
todo para bajar el valor de lo que en verdad nos importa

entonces me siento en la cama a pensar cosas tristes
como perder la memoria y no reconocerte jamás
pienso en ti pero también pienso en todos nosotros
saco una foto mental de todos bien juntitos y apretados
un dos tres por mí y por todos mis compañeros
la foto mas alegre del mundo carrete en el parque de los Reyes
la foto más grande del mundo todos corriendo por la ciudad







David Aniñir. (Santiago de Chile, 1971)De origen mapuche por padre y madre, David Aniñir Guilitraro nace en la periferia de la ciudad de Santiago de Chile, donde se conocieron sus progenitores, expulsados de sus tierras ancestrales por la pobreza y los siglos de usurpación. Mapurbe, su primera publicación, fue presentada en el Centro Cultural El Sindicato, el mismo lugar donde se gestó su edición popular. Mapurbe, nos habla de los presos políticos, la cruda realidad de los jóvenes mapuches hijos de la migración forzada, la transculturización, Aniñir, en su poesía gutural e irónica, nos muestra una realidad mapuche urbana poblacional.


TEMPORADA APOLOGIKA

Mis mapuchemas no entienden nada
Extienden el descontento de los muertos
Y su futura compañía,
Mis mapuchemas son elásticos quemados
Cenizas
Rimas de vientos ancestrales.

Mis tristemas  se fecundan en el vientre
De la madre más puta
Mis putesías son como gotas de semen
Cómicas cuestiones que SEMENacen

Mis problemas vienen de nativos árboles de cemento
Confusión tierra asfalto
Elektrica alegría  
Paciencia de ratos.

El lexema recorre mi poca carne
De pronto el lenguaje es líquido y diferente
Es sombra que se le antoja hacer lo que quiera
Es la misma sombra que se agarra a cabezazos.

Es como empezar escribiendo  ES
........ Es.....es.....es....
es escribir los verbos más tristes esta noche
colocando a todos enfrente
es escribir los verbos más tristes  "tonight"
los verbos son pequeños roqueríos de nuestras montañas pensantes
  verbo  azul
    ver-bo-luble

ESCRIBIR                      BESAR                           AMAR



Vosotros escribís                                        
Ellos se aman
El te besa
                                                
 Ustedes se besan
Tú le amas
                                                           Yo escribo



ACULLÁ Nieva pus

"Es tanto el desconsuelo cada vez que me repites tanto
Que me repites tanto el mal, el mal que sientes cerca de mí...
                                                                                                                      (fiscales ad-hoc)


Y me quedo parado aquí, entre pewenes elecktrocutados
Y me quedo parado aquí mirando a uno y ningún lado
Y me siento tan imbécil, inmóvilmente imbécil
En el anhídrido ahue`onamiento nuclear
Auspiciado por las miradas.


Soy el indio de la selva gris
Poetizando el eructo flateado de tintos
En fiestas de silencio
Esparciendo vómitos
A lo alcantarillado de los cráneos inertes

Y me siento sentido con la santidad, la imbécil Satanidad.
Palabras de piedra golpean el oído sordo.

Sicotroposeando las noches
Resignándome de pecados
Veo balas en los ojos de Dios.


Inscontructivo involutivo insatisfecho
Como el cóndor con diarrea
En el asta de las banderas estatales
Y contagiado por el tumor del ahue`onamiento en masa
Descanso en tus ojos
Mientras mis ojos
Navegan en esa sangre media arenosa,

Y llueve en mi cuerpo convertido en barro
Alegre de encontrarse contigo
En el ensangrentado barrial
Del mundo imbécil



WANGLEN
"tienes dos estrellitas en los ojos"
(tasala)

Wanglen lavaba su rostro en el pozo
Donde la tierra transpiraba agua cristalina
Que bajaba fría de sus ojos,

La luna se quitaba la ropa
- ella se empelotaba de la misma forma -
Mientras los zorros aullaban dentro del verde pitranto.

El cielo era una lira de poemas
Los versos guerrilleras nubes
Sin forma ni rima,
Un cometa en rebeldía como coma huía
Las estrellas en puntos suspensivos le seguían
Tras la pausa.

Una hoja azul extendida en el cielo
El pozo un espejo
Wanglen un poema en H2O


El bálsamo de la luna llena
punto final de su intima lujuria
Wanglen kuri malen
Lavas tu geografía con mi sangre.

Es cierto que callas de día y de noche duermes
Con el féretro de tus rosas negras
En el intervalo,
Conversa un lenguaje de Machi en trance
TROMÚ KALFU WENUMAPU

Nubes en el cielo azul
Pergamino reciclado
Espejo de los hombres
Donde tú escribiste como un erecto crepúsculo
Desfloró tu virginidad


Somos espíritus flotantes Wanglen
Las nubes son nuestro cuerpo
Que se unen en aguachentos coitos
Precipitándose en lluvia
nieve
O granizos
Hasta en cubitos de hielo, Wanglen
Para que nuestra sangre
Vaya a transpirar al pozo
Y tú te beba de nuevo mi cuerpo
Mi agua
Mi sangre
Y te bañes con ella
Hiervas el agua de canela
Hagas el té  o el yupi
O el agua con harina tostada
Que tú le servías al transeúnte cansado.

Wanglen, somos espíritus flotantes
Cuerpos de nubes negras
Y sangre de lluvia.

Con mi sangre te lavabas en el pozo, wanglen.





David Bustos (Santiago de Chile, 1972). Ha publicado Nadie lee del otro lado (Mosquito ediciones, 2001), Zen para peatones (Del temple ediciones, 2004), Peces de colores (Lom ediciones, 2006) y Ejercicios de enlace (editorial Cuarto Propio, 2007). En el 2006 obtuvo el Premio Municipal de Poesía por su libro Peces de Colores. Sus poemas han sido seleccionados en diversas revistas y libros tanto en Chile como en el extranjero. Actualmente es editor de la Colección de poesía Amarcord de Ediciones del Temple.




EJERCICIO Nº15

Después de una noche de toque de queda
después de una cantata, peña o tocata
tú la llevas describes desenvuelves
desempacas el poema. Doblas la ropa
antes de acostarte redactas la pena
das vuelta en la cama. Rozas
el taco toque de bocina
sientes que alguien te pasa
la lengua por la orejita.
Ajusta cuentas.
Saliva.






EJERCICIO Nº16

Angustia: madre de todos los estados de sitio.

Hoy el bombardeo ha sido amable 
no hay que hacer caso a los sesos
que derrama tu cabeza
las noticias exageran, las extremidades
dispersas de una guagua
de seis meses entre escombros
no son dignas de ser comentadas, después
de todo de algo hay que morir.
Tengo amigos cesantes hace años.
Cada día se quejan menos.

No hay enfermedad si no hay enfermo.

Una ambulancia se pierde esquivando cuerpos entre escombros.

El cobre sube de precio
el cuero cabelludo
de una muchacha
de trenzas que andaba
chuleando por ahí
yace aplastado debajo
de una casa. El trabajo
es trabajo, la guerra

es guerra.









LA ACCIÓN ESTALLA EN CUALQUIER PARTE
Un caballero pudiente agudo como un puñal
(Violeta Parra)

Se trata de una mochila llena de explosivos
un vagón de metro repleto y la decisión
que has pospuesto por años.
No es el fondo del fondo
ni menos la permanencia de un estado sombrío:
el frío en los huesos o la frecuente inseguridad
de las manos ahorcando una idea que tirita.

No, se trata de esto y esto,
una arruga en la frente el mal olor de las personas
el futuro crepitando
a la orilla de una carretera que no puede y debe
conducir a ninguna parte.

Es algo sin dimensiones que se expande y expande
algo que no existe, pero que he inventado para hacerte daño
para hacerte sentir la necesidad de volar esa mochila
en el vagón más lujoso de tu mente.
No es el apellido, es el nombre completo
que se quiebra en alguna parte
como todo lo que se une punto a punto
y toma cruel desvío.
No es el oscuro Pozo
es la mínima expresión de esta condena
un aliento que modula sílabas salivadas
salidas en un árabe poblacional
un árabe infanto-sexual.

Una secuela biológica
la historia mal resuelta de esta casta
castrando canibalizando
hasta el cansancio
el presupuesto de todos los sueños
mis sueños.
Insisto, no es un apellido es algo menos profundo
pero a todas luces dañino.









Diego Ramírez Gajardo (Antofagasta, 1982) es Periodista y escritor. Ha publicado los libros de poesía "Corazoncito / Noche" (2002), “El Baile de Los Niños”. (El Temple ediciones, 2005) y “Brian, el nombre de mi país en llamas” (Ed. Moda y Pueblo, 2008). Ha recibido el Primer Premio en los Juegos Literarios Gabriela Mistral (1999), la beca del Consejo del Libro para Escritores Nóveles (2003), la beca de la Biblioteca Nacional (2003), de la Fundación Pablo Neruda (2007) y de Creación Literaria del Consejo Nacional del Libro y la Lectura para terminar su proyecto poético "Mi Delito" (2005) y el año 2007 recibe una Beca del Ministerio de Cultura para desarrollar un proyecto de libro inédito: “Mistrala”. Dirige los talleres literarios Moda y Pueblo y El Arte de la Resistencia en el centro cultural Balmaceda 1215.


de “Corazoncito /noche” (2002)


YO PODRIA SER TU FRIDA

Yo podría ser tu Frida
Porque me dejo el pequeño resto de púber / pelillo todo femenino / barbilla toda de machito / descuidada en mi labio superior

Yo podría ser tu Frida
Y someterme, toda postergada a tu sonrisa para dejarte instalado el retrato de familia con los hijos que no tendremos

Yo podría ser tu Frida
Y vestirme con traje de caballero para que puedes unir cada pedacito ceniciento de mi pelo / Y llevarte en el pensamiento / Y dejar tus sueños arriba de la cama, como la muerte / como tu cuerpo

Yo podría ser tu Frida
Para perforarme las orejas, para sellarme la columna con tu metálica entrecruzada de piernas, y dejarme hambrienta de Rivera, arrebatada de india / híbrida para la noche

Yo podría ser tu Frida
Y declararme las tristezas en el pelo (me lo borras, anudado, reconvertido, me armo trenza desperdicio)

Yo podría ser tu Frida
Y llevarte a compartir la oralidad en los lugares públicos donde nos encontramos casi siempre y dejarte aniquilado, perdido/ arrinconado de besos sucios, para escribirte como si no nos conociéramos

Yo podría ser tu Frida
Porque me tienes esperándote, para atravesarme con lo que me queda de tu cuerpo / metal / sangrando / surcado / como marca.

De Mi delito (2007)



VI

Ya pertenezco a esta parte de la tragedia
Ya tengo mi nombre pegadito a los otros nombres
Ya soy uno más en la lista del miedo
Ya nadie defiende mis cicatrices
Ya nadie cuida mi escritura
YO SOY UN PELIGRO PARA LA SOCIEDAD

Todo esto no es mi culpa
Srta. Magistrado
todo eso que usted ve encima mío
todo esto que usted ha escuchado de mí
todo esto que usted ha leído de mi historia en los diarios
es solamente el resultado de vivir en este,
mi pequeños país frío.


Papel de antecedentes

Que me envidie la tragedia
toda los antecedentes mal intencionados
mi historia de amor
la forma en que beso a un chico debajo del agua
la manera crisálida de hacernos cariño
la rabia y el desencanto de los cuerpos
de estos cuerpos
el tuyo alejado radicalmente de mis ganas
y el mió absolutamente distante por la pena infinita
Que le cuente al oído sobre la poeta mas discriminada de este país
que le cuente porque no pongo acentos
porque es esta histeria desesperada cuando le escribo
la inscripción en la espalda,
toda mi vida / su vida
el destierro
mi silencio  / mi delito
y de nuevo esos cuerpos
Una boca lastimera llorando la noche entera
como le pesa la rabia   la rabia    la rabia
se le pega / me mira
y se vuelva insignificante distante pasajera
envídieme la derrota / las malas cosas
la biografía imperfecta / el talento enfermo de tener que esconderme en la ilegalidad
envídieme enterito / así resplandeciente
cuando me ve vestido de terciopelo
encima de la chica mas moderna de los Juzgados del Crimen
Todos los cuerpos de Chile
toda la marca del registro / todas esos antecedentes terribles
y porque no dice otras cosas mas linda :
cuéntele de que soy malo
que hago sufrir a los chicos inclasificables
que me gusta bailarle despacito sin gente
que le desarmo la radicalidad y las creencias
que todo la vanguardia me la demuestra arrodillado
con la boca llena con las manos sucias
Desígneme, hágame un poco de trato perverso
envíeme relegado al final de su pieza al costado su cama
al limite de sus zonas intimas
no me castigue tanto como para tenerlo lejos
de alguna manera tengo que pensar en sus fascinaciones recientes
de alguna manera tengo que sentir sus brazos deletreando figuritas
en la oscuridad de sus cruces y sus cortes y sus prisas risueñas y sus muecas llenas de babas
corrigiendo los errores siniestros después de las siete  / después de lavarse los frotes.
Resígneme a esta fatalidad del digito y el abuso y el desuso
Usted no sabe como me da rabia saber que todos los que escriben
de "usted" y de "amor mió" están imitando mi tragedia sobre adjetivada
pero, no,  no  se enferme,
Yo no quiero que mi amor lo enferme
y se le pegue la mala suerte de todo lo que no me resulta nunca
porque la escolaridad, la boca y la sangre
la calle, los golpes, lo represivo del frio, la banalidad y mi consumo
son una misma cosa terrible que se llama delito
y que se cruza por las fronteras despobladas de sus pelos huachos
que le salen y me salen en la barbilla.
Y no me defienda o no haga que me defiende cuando me ve así de solo
no me deje en silencio / déjeme llorarle esta rabia inmensa
que me dice antecedentes 
como una sonrisa fatal de todo este cariño que ya no siento por usted.-





Elizabeth Neira. Santiago de Chile, 1973. Poeta y artista visual. Ha desarrollado un trabajo donde fusiona la literatura y la performance. Organiza y participa en el Encuentro Nacional de Poesía Descentralización.
Ha publicado textos poéticos en distintas antologías en Chile, Argentina, Perú, México y España. Es autora de los poemarios “Abyecta” Al Margen Editores, Santiago de Chile 2003, segunda edición por Editorial Limón Partido, México DF 2006; “El soliloquio de la reina”, Editorial Junco & Capuli, Rosario Argentina 2004, Hard Core Hotel, 2006, )el asunto( Editores, Buenos Aires, Argentina), Aby Hard, libro doble, Ediciones Milena Cacerola, Buenos Aires, Argentina 2009.
Ha sido becaria del Fondo para las Artes del Gobierno de Chile en dos oportunidades.




El tiempo no fue generoso con nadie

“Ningún prisionero recobró el equilibrio sexual
 

A nosotros las reinas

a las que todos querían dar por el culo
aunque nos doliera
aunque nos atoráramos gritando que ¡No jetón!
¡Te digo que no!

Nosotras
caderas enfundadas en vinilo negro
y los ojos rojos
como dos semáforos
Colocadas, borrachas, voladas,
pero conscientes compañero

Nosotras
las que empinadas en plataformas aleopardadas
ordenamos cada noche nuestra morena
contundencia en complejas estructuras
para sembrar el deseo

Nosotras
divinas hasta la intoxicación
violadas hasta el cansancio
inspiramos poesía en bares asquerosos
Besamos en la boca
y le dimos de mamar, de nuestros pechos rabiosamente igualitarios
a toda la sociedad de los
poetas-muertos-de-borrachos

Nuestras camas fueron sociedades anónimas

y para qué decir lo abiertas
Estrellas de la noche, abortivas de día

Nosotras
las de entonces
ahora estamos solas
nuestros novios proxenetas encontraron trabajo
y se casaron con sus secretarias
Ahora tienen úlceras y un vientre planetario

Ahora nos dicen perras.
ellos
los fornicadores
Algunos se postulan para huevadas
y en la micro vemos sus nombres en las paredes de los eriazos

En tanto los poetas
cargan mortificados y silenciosos la herencia
insalubre de antiguas residencias prostibulares
Pila de jetones
que creyeron que mientras más putas cogían eran mejores poetas
Esos, ahora son funcionarios municipales
y por suerte
por stress
sus focos infecciosos ya no se erectan más

Esos
resignados
todas las mañanas
relamen su fracaso en el seno de sus mujeres santas
que por santas
a esa hora
la piel ya les huele a detergente
A esa hora los poetas – funcionarios
se convulsionan en los baños por la deuda hipotecaria
y porque la santa tuvo un apetito terreno el otro día y se compró una crema “carísima”
a ver si así se le compone la ruina del rostro
mapeado por los excesos de su poeta

Los otros
los verdaderos
los bellos
Esos animales hermosos que nos amaron a todas
y que dejaron la vida en las plazas
en las protestas, en cada vagina que besaron y mordieron
Esos héroes insolentes
que arrancaban los jugos hasta de las piedras con sólo mirarlas
Se mueren de a gotas en los manicomios
A ellos
de pronto
les aparecieron madres y parientes
que no dudaron en encerrarlos
Los que tuvieron suerte
alcanzaron a depositar su delirio en clínicas privadas
los otros
se fueron sin trámite a Avenida la Paz
Como antes sobre nuestras piernas abiertas
ahora duermen sobre sus excrementos

El tiempo no fue generoso con nadie
Tenían razón aquellos que nos asfixiaban
Ni para los revolucionarios de gobierno
ni para los intelectuales de derecha
Menos para las reinas

A nosotras, las reinas
tanto amor peregrino nos comió las puertas
de la maternidad, pero más que eso
y que los abortos baratos
fue tanto maldito abandono
lo que terminó por ahuecar nuestros cuerpos y nuestros corazones








Mi d(olor) II

Stop me, ho, ho, ho, Stop me.

The Smiths

Hoy mi dolor
este amigo fiel que me acompaña desde siempre
(el único) iba vestido de fiesta
Iba
con un ajustado traje violeta
Hoy iba de chica
(con el nunca se sabe, puede ser hombre o mujer, un día fiel, al otro traicionero)
Iba
fumando
una larga boquilla
de piedras incrustadas
Iba drogada
Le faltaba un zapato
y la risa le estrangulaba las mejillas
Iba montada
Iba montada en un lujoso auto
un mercedes rojo descapotable
para ser más precisos
Iba a mucha velocidad

En la cartera de charol negro
llevaba la muerte
comprimida en un zip
Tenía la entrepierna húmeda
pegada al plástico del asiento
Su piel
Su piel se había fundido
en un gran beso negro con el vinilo
y ella
la muy guarra
no quería soltar
esa lengüita que le escarbaba el culito

Iba destemplada
No escuchaba otra música
más que la de sus venas
gruesas y desbordantes mangueras
azules y rojas
perfectamente visibles por toda su piel
Llevaba un collar de perlas
Y el estómago completamente al revés
El viento le azotaba la cara
y su pelo bailaba
como los brazos de una excelsa bailarina

Hoy mi dolor
terminó colgando de la rama de un árbol
con las tripas como corbata




Felipe Cussen (Santiago de Chile, 1974). Es Doctor en Humanidades de la Universitat Pompeu Fabra y profesor de la Escuela de Literatura Creativa de la Universidad Diego Portales. Ha publicado Mi rostro es el viento (Libros de la Elipse, 2001), Esto es la globalización: (Foro de Escritores, 2005), Deshuesos (Animita Cartonera, 2007) y Título (Libros de la Elipse, 2008). Es miembro del Foro de Escritores.
 

Un sol negro. Un sol oscuro. Un sol oculto dentro de sí mismo. El sol se oculta, el sol se muestra. No hay nada nuevo bajo el sol. Generaciones vienen, generaciones van. No hay nada nuevo bajo el sol. El sol no es nuevo. El sol no es nada. No hay nada, pero es que nada, créanlo: no hay nada nuevo bajo el sol. 
He aquí  lo nuevo. Pero ya fue. Ya había sido antes de nosotros, cuando no estábamos nosotros. Antes de nosotros había otros, y antes otros, y antes, hasta que no había memoria. Ahora no hay memoria. De los otros no ha quedado memoria. De nosotros no queda memoria. De nadie quedará memoria en la memoria de nadie. No queda nada. No hay memoria. No hay nada.  
He aquí  que no hay nada. He aquí el rigor. He aquí el vigor. He aquí la fuerza. Son otros los que tienen la fuerza, no nosotros. He aquí los materiales. Son otros los que tienen los materiales, no nosotros. He aquí las herramientas. Son otros los que tienen las herramientas, no nosotros. He aquí lo hecho, lo deshecho y lo rehecho. He aquí lo hecho sin fatiga, he aquí la fatiga de los materiales. Las puertas cuelgan, las casas tambalean. Todo se hace pedazos, se hace trizas. Lo que se hizo, se hizo. Lo que no se hizo, no se hará. Nadie lo resistiría, lo soportaría, lo aguantaría. Nadie sería capaz de nada. ¿Qué queda por hacer? ¿Qué quedará por hacer después de deshacer lo rehecho? ¿Qué quedará después? ¿Qué quedará? Hay tanto por hacer. No hay nada por hacer. No hay nada. 
No hay contento, hay descontento. No hay provecho, hay desprovecho. No hay solución. No hay problema. Incluso si no hay problema no hay solución. No hay instrucciones. ¿Sería posible que haya instrucciones? ¿Dónde podría haber instrucciones? No hay dónde buscar. No hay que buscar más allá. No hay que buscar más acá. No hay qué buscar. No hay que buscar. No hay motivo. No tiene sentido. No vale la pena. Es un mal negocio. No vale nada. No hay nada.  
No hay nada peor que esto. No hay nada mejor que esto. Esto ha aumentado considerablemente. Esto ha disminuido notablemente. Esto no es divertido. No estamos bromeando. Bajo ningún concepto. Habría que analizarlo, estudiarlo, llevarlo a juicio y juzgarlo. Y sólo entonces decidir si hay algo. Pero no hay caso. No hay nada.  
Hay proverbios para todo. Todo termina por saberse. Pero no se sabe nada. Quizás no nos atañe, no nos concierne, no nos interesa, ni interesa a nadie. Pero no digan que no les avisamos. No se olviden. Acuérdense de nosotros. Antes de que vengan días malos, antes de que vengan días más malos. Nadie agradece nada. No hay nada que agradecer. No hay nada. 
Hemos visto tanta cosa. Hemos visto tanta cuestión. No hay nada, nada que ver. Todo ha sido visto. Todo ha sido oído. Todo ha sido dicho. ¿Hay algo que se pueda decir? Todo son palabras que sobran. Pero todo hay que decirlo. Cómo decirlo con palabras. Las palabras son clavos, pero clavos mal clavados. Estas palabras se han desclavado. Y no hay nada que decir. No hay nada. 
Se ha cerrado un ciclo. El fin de todo discurso es absurdo. Todo es absurdo. Todo es tedio. Sólo queda la niebla. Sólo niebla, todo niebla, todo niebla de nada, todo de nada, todo por nada, todo o nada. No hay nada.




Felipe Moncada. Chiloé, 1973. Licenciado en Educación en la Universidad de Santiago de Chile. Actualmente se desempeña en la elaboración de textos de física para la enseñanza media. Ha publicado los siguientes libros: Irreal (ediciones El Brazo de Cervantes, Santiago, 2004), Carta de Navegación (Imprenta Almendral, San Felipe, 2006), Río Babel (Ediciones Casa de Barro, San Felipe, 2007), Salones (plaquette, Ediciones Alquimia, Santiago, 2008), Músico de la Corte es su cuarto título individual. Además de dirigir la revista La Piedra de la Locura el año 2007 obtuvo la Beca de Creación  Literaria del Consejo Nacional del Libro y la Lectura. Actualmente, su residencia se alterna entre Valparaíso y el valle del Aconcagua. 

 

CIRUELOS Y VILLANOS



De barrios en la penumbra y trasnoche, con cafeterías y balcones vacíos, cae un temblor de persianas. En rutas perdidas de taxi, una película de los setenta con policías de color, pandilleros y clubes con puerta de flúor.

Todos se han ido del barrio y los ciruelos de la calle son la torcedura, han huido las ancianas que arriendan pieza y solo queda un tejedor de totora frente a un palacio cubista.

Trozos de sol recortados en la mesa. Me siento en la plaza, metafísica de palomas y crujir de viento, pues la hora es siempre la misma, aunque los palomos corcoveen o neonazis pasen corriendo al paraíso del odio.

Los ciruelos de la villa como parodia de un Japón de papelillo, con almacenes abiertos, grandes bebidas y dueño de boliche con parlantes, papas fritas y merca.

Aunque los jardines vean caer una lluvia de pétalos sobre quiltros y señores de cien años poden un canelo, los muchachos fuman yerba en una caja de antibióticos y comentan las ventajas del Sol o una riña del fin de semana.




MAPOCHO



El maní salado permite internarse en la república de los indigentes y escuchar a los veteranos de la guerra de Chile.

Hace tiempo estos barrios han sido tomados, vaciados por camiones de basura, pues antiguos demonios detuvieron el sol en los muros. Una Bagdad de fogatas y anuncios muy antiguos, cuecas y rancheras de mundos paralelos.

Debes pasar rozando a la negra de voz cavernosa en el barrio de las predicciones, pues tarotistas de feria artesanal han predicho siete caballos negros a la salida del metro.

Con acento del Rimac, ofrece cholo, agua y chocolito, en los pasillos de la vega, pues el sol ha llegado a callejones donde se tranzan celulares y un campesino mira su moneda falsa con monóculo.

Al barrio La Paz con buses a pueblos de la chimba, acuden los comerciantes, un aroma de cilantro, de taberna y de meado, alterna con las nubes, una farsa de barrio marítimo.




HORAS MUERTAS


Las horas de caminar buscando una pieza barata, esperando en un consultorio, buscando papel en el barrio de los imprenteros.

Las tardes pedaleando por caminos rurales, buscando la estrella de las chicherías, y las otras, las de pagar una cuenta atrasada, de pie ante la puerta de la asistente, vendiendo revistas con el sol en la cara.

Las horas por las cuales no sería niño otra vez, pues no es cosa de mentir la escritura; las de cantar el himno nacional, firmes, con sueño, escribiendo el dictado mientras suenan las tripas y el retrato del General sobre la pizarra,

pero volvería allí por los minutos de oír el cuerno de los heladeros, por las tardes en los techos viendo bolsas de plástico volar más allá de todas las antenas.



Gustavo Barrera Calderón (Santiago de Chile, 1975) Poeta y narrador, licenciado en arquitectura por la Universidad Católica de Chile. Formó parte del taller de la Fundación Pablo Neruda en 1996. Exquisite es el título de su primer libro de poesía, publicado en 2001 por Ediciones del Temple. Obtuvo la beca de creación literaria para escritores noveles, otorgada por el Fondo Nacional del Libro y la Lectura en 2002. En noviembre de 2002 el sello El Mercurio-Aguilar publicó Adornos en el espacio vacío, obra que recibió el Premio Revista de Libros 2002, del diario El Mercurio. En 2007 publicó la serie poética titulada Carácter, integrada por los libros Primer orificio, Papeles murales y tapices, y Mori Mari monogatari, en edición limitada bajo el sello Barrera Real. Creatur es su sexto libro de poesía, escrito con el apoyo de la beca de creación literaria para escritores profesionales del Fondo del Libro 2006.

 

(Poema del libro inédito Secretar)


 

El camarógrafo y su arte




Cuando el camarógrafo intenta enfocar a la víctima
descubre que su rostro
ha sido borrado
mientras que el espacio inmediato parece estar dibujado
con el rostro de nuevas víctimas

Cuando intenta enfocar al victimario
descubre que su rostro
es idéntico al rostro
de millones de victimarios
todos iguales en forma y proporción
a la figura arquetípica del horror
e iguales en forma y proporción
a la distancia entre cada uno de ellos






(Poema del libro inédito Secretar)

 

El periodista y la relación de los hechos



En el noticiero de las nueve
el periodista dice víctima

(y nadie escucha)

en el noticiero de las nueve
en otra época o en otro mundo
el periodista dice victimario

(y nadie escucha)

El silencio que precede a las noticias contrasta el antes y el después con el silencio posterior a ellas

De este modo la entrega noticiosa constituye un espejo áureo e invisible en forma de abanico o de plumas de pavo real

Cada uno de los argumentos desplegados puede ser percibido como un ojo pintado o como una semilla plástica

En el mundo de las cosas sin nombre
asignamos un nombre a cada cosa
(risas)

De este modo nadie puede confundirse
(aplausos)

De este modo asignamos un interés a cada cosa
(risas)

Cada noticia tiene un nombre que la identifica y relaciona con las demás noticias
(aplausos)

en el noticiero de las nueve
(risas)






(Poema del libro inédito Creatur)

Temblor

Aparece un pequeño espacio en el armario
todo parecía girar en una cabeza

Ella se decía a sí misma
ha de pasar luego

Los objetos en movimiento pendular
objetivos se tocan unos a otros
inmediatos
urgentes
un momento en el pequeño espacio

Ella empezó a caminar en círculos
como en una cabeza
observaba el modo en que los objetos aterran

Quisiera escapar del edificio como de un cuerpo
ahora

Al centro una pantalla se magnetiza con el roce
aparece una mano
luego el cuerpo de la mujer
tiembla

Mujer: Sólo doy una vuelta



(Poema del libro inédito Creatur)

Los edificios

Dos cabezas avanzan por un corredor
dos cuerpos siguen las cabezas
cada uno camina solo por una nada
sostenidos ambos en diferentes ámbitos
astutos dicen
sin nombre
audaces dicen
sobre una construcción desvanecida
paralelamente solos en esa nada
sin nombre



Marcela Saldaño (Santiago de Chile, 1981) En el 2001 publica 2001 Poesía en el Espacio, proyecto ganador Premio Fundación Gabriel & Mary Mustakis / Balmaceda 1215. En el 2002 publica Inclinación al Deseo y al Caos, proyecto financiado por la misma fundación. Publica en el año 2004 Desencanto Personal, producto del taller Reescritura del Canto General. En el año 2007 Publica en Perú el libro colectivo Anomalías: cinco poetas chilenos, bajo la editorial Zignos. Ganadora del Premio Nacional de Poesía Eduardo Anguita de la I. Municipalidad de Linares año 2007, Chile. Publica a fines del 2008 su libro “Un ojo llamado cacería” bajo editorial Piedra de Sol. Ha sido traducida al catalán y al portugués y ha participado de diferentes revistas y encuentros tanto en Chile como en el extranjero. Es coordinadora nacional de Descentralización Poética.


Víbora

Un ojo donde nadan reptiles y sus dientes definen los colores No sólo en tu cuerpo No sólo en esta oscuridad que define el silencio Solamente en el sonido madre Ahí sólo soy carnicería


Quiero un Cristo carnicero

En mi ojo En mi patrulla En la muralla En mi cuello En el viento En la espada En mi habla En la lengua Mi lengua Lengua Lenguaje En mi caja En mi cama En mi fuego En mi terca locura En mí En los tristes animales En mi ojo En tu sustancia que tapa mi cara En mi ojo En mis piernas En tus piernas raras En tu voz Tu voz familiar ahora En mi ojo tu ojo En mi baile En mis brazos Serpientes en tu cuello En mi sueño En el centro En mi campo En lo que no me pertenece Quiero un garfio muy cerca de la fosa Un garfio en mi barbilla Inerte este ojo invisible


Piedra sucumbe al canto

Sobre la piedra siempre hay otra que sucumbe Como tus labios Tus rodillas Tu mano muy cerca de tu línea Esa línea detallada en un papel Carboncillo Un saludo Un cabello cano para mí dentro de la espalda Los papeles son siempre piedra Piedra de la piedra en un extraño desvarío Otra persona borrada Un rastro pendiente sólo en los olores Pero esta noche esa piedra soy yo y te arrastras sobre mí como un carboncillo dibujando estas formas impuras Mi risa obscena Mi gato El de la cabeza más grande me suplica dejarlo entrar Como tú ahora entras y sales Me enredo en ti y me pruebo tu sombrero Nunca te saques las botas eso si Eso me gusta Nunca te las saques Eso si Sácame todo lo que tengo en el retrato Vuelve sobre mí como un pedazo de piedra demasiado duro que no dibuja Raspa Araña Mientras yo guardo mis colmillos te presento mi línea Tus botas insisto en ellas Quiero probármelas sin que te las saques Tu sombrero se instaló en mi ojo Mi iris ya es sólo una calavera Una sombra de líneas trazadas Unas sobre otras Te dije Si te quitas las botas me voy y me arrastraste sobre la losa Tapaste mi boca con tu sombrero Comprobé que tu lengua era la serpiente



Six long years

El viento mueve el parque de la esquina Por eso no lo encontraba Tu caverna es mi sonrisa A través de la vieja serie de memoria Acerco tu misión feérica Intuyo la conversación ad portas Mi cariño inspira el arpa vacía Mi lámpara eres tú Viento en el eje contrario

Sol de noche Sol de sombreros en la cama Junto a la madeja que somos Tu vocal abierta en aquellas observaciones Es mi llanto dentro del corazón devorado por tu posición demasiado incierta Tu “ele” moviliza tu lengua dentro de la boca Asuntos oscuros en medio de mis palabras

Esa materia negra más negra que mi misma Tus ojos bellos El antejardín Atrae este temblor De madrugada Donde tú no entras Huele este poema póstumo Huele y ve esta canción Sobre las campanas de tus sueños La foto de tu padre orgulloso aún Dentro del niño encerrado En la edad
Seis años son muy pocos





Priscilla Cajales. (Santiago de Chile, 1984) Estudiante de Literatura Hispanoamericana en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile. Becada por la fundación Pablo Neruda y participante del taller de dicha fundación durante el año 2006. Invitada al primer encuentro de mujeres del Cono Sur, en la ciudad de Coquimbo, Chile 2006. Antologada en "Mujeres al desnudo" editorial Génesis 2005, y en "Con Rimel" editorial La Calabaza del diablo, 2006. El año 2009 es Invitada a la feria nacional del libro versión Viña del mar, mismo año en que participa del encuentro En busca de las artes jóvenes latinoamericanas, Encuentro cultural REDNEL – Sede Bogotá, Colombia, país invitado: Chile. Actualmente prepara su primer libro: CERO.



Panorámica  III

No éramos los más bellos
sí lo más felices y valientes

arrojados a lo intempestivo
de una muerte tan prematura
como la certeza del fin

En ese entonces poco importaban los años
la borrachera
 la pobreza

Buscábamos chequeras abandonadas
en el supermercado
cerca de la casa de tu amigo

Tú y yo, finita pero inmensamente
desde un universo en el que yo no existía
y en el que tu vida se estaba destruyendo
justo así  
como para mi tenia que ser: tan dolorosamente soportable

Entonces recorríamos las calles haciendo el amor en todas sus formas
nada
ni el más cruel de los fríos podrían detenernos en ese tiempo

Ni la vergüenza, ni la mentira, ni el sufrimiento más cruel

Pero la belleza, la poca belleza que poseíamos en ese entonces
 y tu fuerza
toda tú horrorosa fuerza

no fue suficiente

La valentía se acabó con el tiempo y vino el miedo
el frío
y el más completo de los silencios.



Verano  TV

III

Cómo confiar en los signos vitales del conductor
cuando la velocidad alcanza los 260 kilómetros por hora
Desabrocho el cinturón de seguridad
con los ojos fijos en  los carteles
de emergencia

Este recorrido a casa es terrible
en el sentido de los castigos del Olimpo
en el sentido de una pena capital

Este camino a casa es como una terapia grupal
en el todos los integrantes
ríen a carcajadas
mirando fijamente a los ojos del instructor

Este camino a casa
es como todos los caminos
a todas las casa de la periferia de la ciudad
como los caminos de Lorca
de Camila
de los padres de Camila
que la sientan a ver la televisión por cable
con la esperanza de evitar una marca
pero esta marca periférica
supera las astucias lingüísticas
se lee como una mala canción a través  del auto
en el que últimamente
 sólo funciona el sistema de sonido
Igual al auto blanco de mi padre
asentado en el jardín de mi casa durante media década
esperando la ayuda de los niños del barrio
para un primer impulso motor
un jardín en el que nunca creció nada más
salvo el calor de los meses vacacionales de Santiago
pequeñas piernas
 atestadas
y corriendo descalzas por la calle
tardes de calor capeadas
por la felicidad eufórica del único grifo abierto desde las 4
o los largos viajes en micro
rumbo a la fuente alemana de plaza Italia
en donde solíamos veranear
en aquellos años.


El cristalino de las ventanas I

Mientras escucho a Jacques Brel
dejo que el ventanal se abra y el aire me pegue en el cuello
el espacio no permite tiempo para la meditación, tampoco para el culto al cuerpo
menos aún para la música francesa
Los alrededores son vastos , pero de infinitos patios completamente conectados,
Como un tablero de ajedrez visto desde abajo

El cuerpo de carpinteros en el que trabajó
nunca más volverá a pisar el  lugar
no verán el pasto verde alrededor
ni el cristalino de las ventanas
sólo la mirada sospechosa de sus habitantes

Es cierto
siempre vas a tener no más de dos opciones
yo voto por una abstención pálida e intranquila
Como el gesto del fumador
que llegado el momento de la cita
saca un chicle
y lo deja en  la boca

Son dos, como el espacio que me separa
de todo este lugar y sus clientes
Hay costumbres, insisto, que no he podido olvidar
Y  que este verano terrible me ha devuelto

Belleza y tristeza se llama el cuadro
que veo en un muro  y que me hace recordar veranos anteriores
lo peor
es que la sequia
ya ha sido anunciada




YEKO AGUILERA (Santiago de Chile, 1985): Radicado en San Antonio a las semanas de vida. Estudia Pedagogía en Literatura en la Universidad de Viña del Mar. Ha sido antologado en dos ocasiones -una regional y otra nacional- por los talleres de la Corporación Cultural Balmaceda 1215: “Escritos al Margen” (Valparaíso, 2006) y “Cosecha 2006 Muestra de Poesía Emergente” (Santiago, 2007). Participó en la edición de cuadernillos de emergencia con “Te sacaría los ojos” (Abyecta Ediciones Rabiosamente Independientes, Santiago, 2009) Publicó su primer libro, “Destilado de Mariposa - Tinta para rayar el Estadio”, en 2009 (Tangram Ediciones, Santiago).



SONRISAS

Robarle células de queratina a las plumas de un ángel y clonarte
espeso el rubor o la salida del salón de pool
amamantaste a mí parecía que te ibas lloré toneladas de mala suerte
es muy cromático esto que me está admirando
a mí pobrecillo pedidor de limosna en la punta de un cerro abarrancado
ermitaño me estaba pudriendo a chat e ebooks de filosas fofas fosas sofías energúmenos
de ayer
puramente ayer fue mi quedarse escondido menos mal que te vi jaspeada de sol
enamorando me retrocediste de mi alfombra roja hacia la hora de nuestra muerte amén
yo iba muy presidenciable hacia los roqueríos de la costa
en cartagena siempre quedan los suizos como choritos adheridos a la piedra

Y fue un correcaminos que se lesionó los meniscos yo de cupido
me he dejado que quizás nunca me sueñes porque yo quizás dejaré de soñarte nunca

Pero todas las mañanas hay que abortar al feto del diablo en nuestro vientre

Automáticamente bueno a diario plazo como lavarse los dientes y hacer el primer pipí

Maquinal y nitroglicerino el arco iris patas para arriba tu sonrisa en el mundo
hace pensar que siempre siempre siempre habrá sonrisas en mi mundo



ENTRAR

entro a la lluvia como el futbolista entra a la cancha
recién hechito
                      perfumado y musculoso
entro a la lluvia

como pedro por su casa entro a la lluvia
y a medio huracán por cada ojo

a veces

entro al pan





TE SACARÍA LOS OJOS

te sacaría los ojos
con una espada caliente hervida en las muelas
y sangres de tu propia lágrima al óleo de las nupcias con el féretro
vendrán ratones y murciélagos rabiosos a tu boca
infectados de la nostalgia séptica del infierno y el puñado de las células cóncavas de tanto miedo                 restregaría en tu cara con el moco de todos los perros más tiñosos            
                                   del basural eterno
con el amedrentamiento de los pantanos de cadáveres
y las montañas de cadáveres
                                        y las hediondeces pustulosas de los cadáveres
y las morisquetas pálidas y verdes en los rostros de todos los cadáveres
                    a las carroñas fulgentes de color y olor al hambre universal
sobre la panegiria de los ríos de ceniza encapuchada a guadañas
manchadas con el espasmo matriarcal del asesino que se suicidará matando
te sacaría los ojos
los ojos y la lengua
los ojos y los labios
los ojos y las uñas
te sacaría los ojos con una navaja afilada en mis propios ojos

te arrancaría el corazón con las manos tan felices
como las del padre que saca a su hijo del vientre de su esposa  

cuánto besaría tus latidos mermando al galope de mis mandíbulas mancilladas
chorreando el rojo tan negro de los fines del desquicio

te desclavaría la piel a diente y arañazo 
              con la guillotina pulcra del alma guillotinada
hecha infusión del odio que borbotea pellejos para cubrir la desnudez de un hueso
que se supo siempre fruta de ninguna semilla por ser tal hueso de odio
al cortejo de las calaveras vestidas con venéreas briznas de sal
o a la luna fláccida que se observa en la adicción al cielo

al ritmo de la convulsión y el último escupitajo del ahorcado
te estrangularía pacientemente
con la ternura de la piedra que acuna al insecto

¿cuántos hachazos cabrían en tus ojos?
¿cuánto hierro derretido con mi asco
cabría sobre tus ojos llorando una misericordia estéril?

de tu estúpida inocencia de bestia que camina rumbo al matadero
me reiría abisal y estridente
                                               y en el cuchillo en tu cuello y el grito seco y sordo
            me fundiría en éxtasis de volcanes ebullendo el dulzor de tu pánico
 
te arrancaría los ojos
con tijera
con cortacartón
con gillette prestobarba
con palillo de crochet
con cortaúñas
con katana
con hebilla de cinturón
con alabarda
con alfiler de gancho
con chincheta
con jabalina
con tachuela
con clip
con chadetumadre estoy más rayado que un baño de estadio


PANAMÁ


Eyra Harbar (Almirante, Bocas del Toro, República de Panamá, 19 de agosto de 1972) Poeta. Tiene dos libros publicados en poesía: Donde habita el escarabajo y Espejos. Ha sido distinguida con el Primer Premio en los Concursos Nacionales de Poesía: “Gustavo Batista Cedeño” (2002), V Concurso Literario Nacional Demetrio Herrera Sevillano (1996), XV Concurso Literario Nacional del Instituto Panameño de Estudios Laborales sección poesía “Esther María Osses” (1995). Parte de su trabajo se encuentra recogido en las antologías: Trilogía poética de la mujeres en Hispanoamérica: Pícaras, místicas y rebeldes (México, 2004), Construyamos un puente, 31 poetas panameños nacidos entre 1957 y 1983 (UTP, Panamá, 2003) y revistas nacionales e internacionales.


para una violeta azul

en octubre vi una flor azul
y su belleza duró tan sólo mi respiro

violeta azul,
pides y pides lo indomable

un veneno silba tu nombre,
una sirena descerebrando el cielo con una jaqueca digna de ardid

coge un rifle y me lo insertas mirándome el corazón,
coge un rifle cargado de preguntas, cotorra temperamental
con un libro en el pico
dejando una jaula vacía en que me siento a repetir
una flor azul me dispara y me enternece, una flor azul
me dispara y me enternece,
porque tu juventud es loca
y soy el desesperado Nabokov con el hálito de la primavera

tengo las piernas cansadas de jugar a la rayuela sin un goce de cielo,
sin una barita mágica para abrir lo profundo,
allí donde no hay escudo en la piel como aguantando el tiro

tengo la muerte asociada a la rutina,
a la abnegación de las bienamadas que toman en serio su mandato,
y veo que tu guirnalda compensa tal necesidad de asilo,
porque ellas toman esa rabia para teñir su clítoris con el índigo
y su cuello con un añil vengativo, libre y perverso

eres sádica con tu psicología de revelaciones
y sabes que surtirá efecto ese reguero de flores en los patios,
como un oráculo sabes que volverán a mirarse en tu labio
y tu ombligo tentando el sexo,
deseando que desnude tu seno antes de fin de año
y nunca entregues tus pétalos al país donde se construye el tiempo,
y halarás el gatillo cuando estén cerca,
halarás el gatillo para morir con ellas
en la brevedad de los jardines


Poema XXVII del libro Un jardín necesario


Un jardín necesario


Un péndulo de carne y hueso
toca el abecedario.
Jean Arp


Los amigos que conocemos
escarban las flores de viejos amores
siguiendo la huella con el olfato voraz del licántropo,
lloran gravemente enfermos de aullidos, atados
al bosque menstrual que tiembla en el pétalo.
Se cubren la boca con las alas exactas de los jardineros,
con el silencio de un dios impotente. Basta su silencio, 
sólo basta recoger en cada escombro un lugar derrotado.

Un ángel pasa y en sus tiernos labios habrá un exilio nuevo.
Así son los amores que mis amigos lamentan,
con el hábito de ausencias atoradas al canto maldito del pájaro,
rogando amnesia, al menos odio en la poesía devastada.

Juran volver a nacer los que allí se han visto.
¡Qué bello el mundo, qué inmensa materia
si el cielo que baña los ojos da brotes en verano!

Si la velada cubre pastizales con su canto obsesivo
y los devuelve frescos,
como un bulbo encabritado traspasa la oscuridad y el hambre,
entonces, podría ser que en los confines desgarrados del Hades
un abundante preludio de encarnaciones
les dé a beber la fuente de olvido,
el rostro incierto devuelto de la muerte,
el rostro fúnebre ofrecido a un abrazo,
comensales de un jardín necesario para aliviar lo irrepetible,
porque aquello que se ha ido provoca a veces recordar
y creemos tener las manos dulces para acercar su colmena,
y el pasado se aleja.


Poema XXXIII del libro Un jardín necesario

Jardín para proponer que el tiempo estorbe


nunca supe
de algo más fuerte
ni más frágil
que el amor
Bertalicia Peralta

Eres tú, refugio y candil,
el amanecer del fuego naciente.
Como si ese trémulo sobresalto lograra cortarme la caída
a los días que marchan de enero a diciembre,
insoportablemente definitivos en su acecho.
En algún sueño estás, testigo impredecible
del extraño paraíso que arranco a la razón.

Mi vela es pequeña, apenas deja ver la oreja del vacío,
y tú eres talismán en la tumba de la oscuridad.

Si fuera este el último día,
¿qué envejece,
sino el amor que no ha sido tomado?

No logro estar de pie cuando lloro
y tal vez nunca vuelva a pisar, tan de repente,
esta abundancia de peldaños dorados
que oscilan al rozar el alba.

Déjame mirarte permanente
en un mundo que procura destrucción.
Toma estas manos,
limitadas como un dios amargo
que ha abandonado a prisa el universo.

No sé si en este día ocurran las catástrofes,
pero es preciso que encuentre la muerte una mujer desnuda
y que los labios la cubran
como un país tendido sobre el pasto.

Es preciso que el tiempo estorbe
para propiciar
su retiro.


GORKA LASA TRIBALDOS. (Ciudad de Panamá, 1972) Escritor. Poeta. Humanista. En 2010 publica Cantos de la Legión Arcana, poemario y libro de imágenes (Mandalas del autor). En 2007 publica Viaje a la Lejanía, poemario. En 2006 forma parte del libro colectivo Letras Cómplices. De padre Vasco y madre Panameña. Su infancia transcurre en Chile, retorna a Panamá donde cursa estudios secundarios. Realiza estudios de humanidades en Panamá y Costa Rica, donde vive por cuatro años. Es egresado del Diplomado en Creación Literaria de la Universidad Tecnológica de Panamá y ha participado en numerosos talleres literarios. Sus poemas, cuentos, ensayos y dibujos (mandalas) están disponibles en diversas páginas de internet de Panamá, Argentina, España, Alemania, Perú y Chile. En abril del 2009 participa como orador y ensayista en el XVII Congreso Internacional de Literatura Centroamericana CILCA. Es miembro de la Asociación de Escritores de Panamá. Formó parte del jurado del Premio Nacional de Poesía “Stella Sierra” edición (2007), y es uno de los socios fundadores del Grupo Editorial 9Signos.




Dragón de oro


Hermano,
¿Has caminado por los sueños?
¿Has visto al dragón de oro devorar el corazón de los hombres?
¿Cuánto durará el encantamiento de la realidad?

Cansado estoy de tratar de enseñarle al mundo
que el sueño del sol es la estructura del templo
el viento de las voces es la ofrenda y el altar.
                                                                                         
Lo demás pasará como los días
yo tendré que olvidarlo todo
como tantas otras veces.

Pero más allá de mi cuerpo impermanente,
está el soñador eterno que nos sueña.

Y en sus sueños
ya casi es de mañana.






Soledad de caminante

Viento que golpea mi rostro
torbellinos de agua y frío que colapsan
sobre mi soledad de caminante.

Montañas azules, bosques  nubosos en las distancias
senderos húmedos y ocultos que llevan a la noche
de la aventura inmemorial.

Las luces del atardecer se alejan entre las nubes de tormenta
pies cansados recorren la ruta del olvido.

Alturas de soledad en las montañas del hombre peregrino
buscando en las distancias el efímero recuerdo de la Mujer-Luz
Infinitamente solo en la cumbre de su silencio
perdido en las distancias de sus sueños lúcidos.

¿Qué quedó después de todo lo contemplado?
Solo recordar la vida en sus senderos viejos
escribir glifos secretos en el papiro antiguo
sobre los caminos de una patria olvidada.

¿Qué pasará ahora que todos alucinamos con el imperio y su poder
que el canto del delfín se ahoga en los mares de los hombres ciegos?

¿Dónde está la conciencia pura en este tiempo incorrecto?
¿Cuánto falta para que despierte el hombre?
¿Su amanecer, su eterno canto, su destino?

Torbellinos de agua y frío
sobre mi soledad de caminante
Viento, lluvia, niebla de montaña
cae la noche y consigo trae la estrella.





Sueño minimalista

1.       
Lluvia silenciosa sobre los verdes valles.
En dirección al mar vuela una gaviota,
de viento se nutre su plumaje.
Solitaria.

2.       
La gota de fuego cayó sobre el lago.
La verdad ha durado un segundo,
enseñanza de ondas infinitas.
A nadie le importa.

3.       
Llama que danza excitada de viento.
Soledad plagada de grillos,
habitada de encuentros.
Solo en mi sueño.

4.       
Se sentó en erguida forma.
El bosque aullaba su letanía,
la grulla siguió volando.

5.       
Tormenta de loto.
Reflejo en el estanque de luna,
aquella estrella.
Soledad y frío.

6.       
Llama de un templo,
vacilante ante la ventisca y su noche.
El maestro cierra la ventana.
La llama interna sigue erguida.

7.       
Laberinto de un lenguaje,
mensaje de Indescifrable verde.
El musgo sobre la roca.

8.       
Ultima torre de la muralla,
dragón de piedra aguarda dormido.
Centinela del hastío,
ojos que se cansan de esperar.

9.       
Las manos vacías.
La mente vacía,
el alma vacía.
El universo sin velos.


10.   
Cual amante temerosa,
la rosa reveló su perfume.
Luego la visión fue poseída,
eterno instante.

11.   
De la forma, el vacío.
De la agitada ligadura,
solo este rítmico hálito.
En la brecha, vacuidad.

12.   
Valle que se fusiona en niebla,
sendero del paraje oculto.
El rastro inexistente se define.
Circulo en la arena.

13.   
El viento acaricia los árboles tristes.
La luna es amante de la noche,
el río siempre canta.
Hoy, ahora, solo esto.

14.   
Los pensamientos rondan la mente.
La lluvia salta del cielo a la tierra,
nubes que viajan sin destino.
Espirales de vida.

15.   
La luna duerme posada en el lago.
El agua rumora un Sutra.
Imperceptible coloquio
en la cavidad de la roca.




Edilberto González Trejos. Santiago de Veraguas, 24 de diciembre de 1971. Escritor, traductor, abogado y docente universitario, Fundador y Directivo de la Asociación de Escritores Panamá. Se desempeña activamente como Gestor Cultural en la República de Panamá desde el año 2003. Autor del poemario "Balanceo" (Panamá, 2003), su obra aparece en la antología "Letras en movimiento" (Uruguay, 2006), así como en “In Our Own Words (A Generation Defining Itself) Vol. 7” (EUA, 2007) y “Long Island Sounds Anthology” (EUA) del 2007 al 2009. Ha publicado también en varias publicaciones electrónicas en inglés y español. Co-gestor de la Fundación EL HACEDOR, responsable de la organización del Festival de Arte y Literatura San Francisco de la Montaña 2010.




Sureño

Dedicado al Pacífico Veragüense y a mis amigos Sofia Santim,
Lucy Chau y José Luis Rodríguez Pittí, en Panamá, y Gladys Mendía,
Venezolana en Chile

Mis pasos
Vuelven sobre un camino sureño
A la sal de estas piedras
Al aire cargado de sol
Azul-de-agua
Que transfigura mis ojos polutos.
Las profundidades inundan mi corazón,
El rocío de las laderas besa mis nudos,
Libre miro el firmamento
Oscuro, estrellado, infinito,
Al Sur del Cielo.





Minería Espiritual

I.

Soy minero ante tu veta virgen,
Labrador ante tu suelo intacto,
Te descubro;
Aquella rueda que gira sobre sí
Para volver al principio soy, vuelvo

            Y te hallo
Clave escrita en mi pared.

II.

Minero del Ser
Topo del Verbo,
En el principio
La noche,
En lo profundo
El fuego,

Proeza que penetra en soledad y
Cava la Entraña de la Tierra
En pos del Tesoro:

Joya sin Tiempo
Ni Lugar.




Las Edades Del Hombre:
Quien porta el báculo entre escombros
Sol en su propio día, lucero en noche ajena
desgrana misterios de una espiga común.

Pastor ancestral de ovejas perdidas
Buzo reciente de perlas sumergidas
Jardinero Eterno del Huerto Estelar. 





Javier Alvarado- (Santiago de Veraguas 1982).  Licenciado en Lengua y Literatura Españolas por la Universidad de Panamá en el año 2005. Ha publicado en la antología de Poesía Hispanoamericana Vértigo de los Aires, México 2007, Poésie Panaménne du XXe siécle, París, Francia.  Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía Joven de Panamá Gustavo Batista Cedeño en los años 2000, 2004 y 2007, Premio de Poesía Pablo Neruda 2004 y Premio de Poesía “Stella Sierra” en el 2007. Obra Publicada  Tiempos de Vida y Muerte (2001) Ediciones del Instituto Nacional de Cultura.; Caminos Errabundos y otras Ciudades (2002) Ediciones Universidad Tecnológica de Panamá.; Poemas para caminar bajo un paraguas (2003) Imprenta Alvarado; Aquí, todo tu cuerpo escrito, Ediciones Instituto Nacional de Cultura  2005, segunda edición 2006; Por  ti no pasa nunca el Tiempo (y otros poemas al espejo) (2005), Ediciones Universidad Tecnológica de Panamá; No me cubre de edad la Primavera, Ediciones del Instituto Nacional de Cultura, Soy mi Desconocido 9 Signos Grupo Editorial.

De No me cubre de edad la Primavera
(Premio Nacional de Poesía Joven de Panamá 2007)


INSTRUCCIONES PARA DUENDES
O CARNADA PARA ATRAER A NIÑOS RUBIOS


Viajas con el frío de los aromos.
Nadie puede detenerte  en la estación de las mieles.
Del cielo cae Dios con sus pecíolos y las nueces renuncian
copular con los nogales.   Hay un frío intermitente
como diosas sin patria o sin cántaro.
Mi padre ha quebrado en dos la espada de la lluvia
y algunos caballos rumian la puesta del sol en la cordillera del fuego.
Nadie dirá que fueron liberados los sueños tibios,
las barcas soñolientas donde se amortiguaron los golpes
y las jarcias encadenadas en nuestros ojos como liebres;
los ñeques enmudecidos por los astros querrán contar
una victoria, un bosque de ancianos  y una cesta con acertijos;
porque somos fantasmas que poblaron el corral,
gallinas, pavos,
chivos o cabras que han amansado el aliento de las estepas,
porque al igual que la nomenclatura de las amapolas
somos polen viajante, rostros desordenados que han caído al fondo
en una paletada de tierra, con esas metáforas inusuales del polvo
correteando  niños en la ventana del campo.


Las abuelas fabrican la chicha de maíz y allá crujen las cañas
que van rumbo a las estrellas ahogadas en el trapiche.
Hay monedas de oro agoreras que palpitan debajo de algún mango
y estos poemas se lo llevan los duendes para atraer a niños rubios.



UNA ABUELA Y UN NIETO
RETORNAN DE LA NIEBLA

A mi abuela Lucila Medrano de Carrizo.
In memorian.

Se ha ido la luz
y cortan las tinieblas del lenguaje,
el parque solo es asediado
por amantes terrestres
y pájaros de petrificada espuma;
forasteros como reses
deambulan en el corral de los comensales.
La abuela espera en la casa
con los panes abiertos y la leche
de la acostumbrada vaca.
Aquel niño va con su linterna
a recorrer las huellas de su yo
el primo enfermo solo deduce
la luna de su maldad
y aquel niño sigue caminando
por siglos y siglos de velas apagadas.
Pero aún así la abuela espera
y abuela y nieto
son rimas pastorales que retornan de la niebla.



POEMA DESPUÈS DE LA LLAMADA DE UN SUICIDA

Nadie sino el hombre pudo inventar el suicidio.
Las piedras mueren de muerte natural.
El agua no muere.
Sólo el hombre pudo inventar para el día la noche,
el hambre para el pan,
las rosas para la poesía.
Jaime Sabines
Ellos escogen la manera de morir.
Juegan a ser pequeños dioses,
Grandes o diminutos verdugos
Se aniquilan gozosos o asqueados.
No entienden mas nada sobre la tierra que la vida
Y burlándose de ella, se apuntan en las sienes
Se toman pastillas dejadas al descuido, se cortan las venas
Se beben un veneno o no saben que otras muertes
Hay en el catálogo, la de dormir con la llave de gas
O encender el auto, o aguamente con el río a cuestas
O el nado por el mar
O descender de las alturas.  Abajo no les darán un par de alas.
A los ahorcados les darán un yunque para pisar otra vez la tierra.

Yo sueño que estoy dormido y que no oí
Esa llamada.  Escucharlo convulso contra el reloj,
Contra la medida exacta de cómo deben ser las cosas.

Dirán que se fue volando por todas las arterias
Que se habrá tomado todas las tabletas del placer
Que se habrá cercenado las pequeñas yugulares de la mano
 hasta el cansancio
Y de allí manarían los argumentos para enviarle a un hospital,
A una guarida , a una casa de huéspedes donde envejecerá después de muerto
Y se disecan su corazón será un promontorio de niños jugando por la playa
Que desconocerán el sexo y entrarán en otro sortilegio,
parecido a la edad y a esa confrontación de Dios con la llamada
La de la despedida, si la muerte hace mover la rueda de la noche
Que fue el más loco de los hermanos y el loco amante de los plenilunios asistidos por el fuego.

Ya de seguro habrán estado esperándolo los ángeles vestidos de arcoiris
Su espíritu vacilante entró en la cordillera
Y en el sueño azul.
Nada es fácil como llorar de arrepentimiento
Y aprender de algunos hábitos de ciertos animales.
La madre araña se suicida por amor
Cuando no hay comida para los críos.

Las piedras mueren de muerte natural
Cuando golpean una ventana para atisbar al amor.

Lo que es agua no muere, eso se queda.
Eso es para calmar la sed de aquellas sequías
Que nos agreden, que nos dejan mustios y secos
Como la hierba expuesta a los orines del sol.

Mañana será un día donde dirán que se ha matado.
Ya al menos habrá saciado su sed y no volverá a tener hambre.

Háblale de la esperanza y dile que afuera los niños
Se iluminan, que hay una ventana para ver hacia otros mundos.

De eso se resplandece la noche, con el día de la palabra
Que nunca se acuesta y siempre duerme.

Quizás el quiso inventar el suicidio y tenga éxito.

Espero  no lo tengas.

No tengo para ti, crisantemos ni flores de muerto
Aún en mi poesía.               





Javier Romero Hernández.  La Chorrera, Panamá, 2 de septiembre de 1983. Poeta y actor. En el año 2002, obtuvo el premio de poesía Demetrio Herrera Sevillano, por su poemario Delirios de La Sangre. En los años 2004 y 2006, obtuvo mención de honor en el concurso de poesía joven Gustavo Batista Cedeño, por sus poemarios: Poemas para encontrar a un ser Humano y Meditación en un laberinto, respectivamente. En el año 2006, la editorial 9 signos publicó un volumen compilatorio de su trabajo poético bajo el titulo de Meditación en u laberinto y otros extravíos. En el 2009, obtiene el premio Gustavo Batista Cedeño por su libro Lluvia Inflamable. Es el líder del grupo teatral Rayuela, con el cual realiza montajes de tipo experimental. Poemas suyos han sido publicados en revistas literarias extranjeras como Letralia (Venezuela), Catedrales de Hormigas (Cuba), entre otras. Actualmente estudia la Licenciatura en Arte Teatral, en la Facultad de Bellas Artes de La Universidad de Panamá. Participó en el  VI encuentro internacional de poesía, El Turno del ofendido, realizado por la fundación Metáfora, en El Salvador. 





EL  FRUTO
                                           
Escrito en casa de mi entrañable  amigo, Joe  Murillo.

Porque siempre colgará tu sombra
como un fruto oscuro,
que tal vez quisiera  transformarse en ave
y no caer
como un latido de hojarasca  hacia la nada:

Entonces será inútil derribar el árbol,
plantar otras semillas que no tiemblen,
clausurar la puerta para siempre
y ocultarnos de la cuerda
que no pudo contener tu ausencia;
de tu lengua donde crecen astros invernales
y de aquellos dioses
que vivieron sus tristezas en nosotros.

Por eso treparé a tu árbol cuando llueva,
y llevaré un paraguas ,
y te daré un capote,
y en los mediodías un vaso con agua calmará tu miedo,
 y aflojaré tu cuerda un poco para que me hables,
para que me cuentes de la hormiga
que confunde su guarida con tu pecho,
del perro de vigilia que aún te busca en caminatas nocturnas,
en territorios baldíos
donde todo sufre tu gravitación caliente,
donde a veces sentimos surgir
como el pálpito secreto de aquello que nos fue negado,
el pequeño cadáver de una lata
o la ocre aflicción de un trapo
disputando su quietud a la maleza.

Y yo te diré que estoy aquí,
contigo   conmigo,
escuchando el precipicio de tu voz en mi desvelo,
el murmullo de mis venas y las otras
como sonámbulas  raíces extraviadas en mi mismo.

Y yo te diré que estoy allí,
sin ti,
que en mi sólo queda este coágulo nocturno,
un vértigo de sangre adormilada,
una náusea de diurnas latitudes,
porque siento un verde hostilizado,
siento ramas que se quiebran en mi frente
y una muerte suspendida de mi cuello  me despierta;
porque siento aquellas hojas que se cimbran en tu cuerpo
como  heridos labios que vacilan en un beso. 








PALABRAS DE UN CLON
                                              
                                                                    I

“... el ser y la nada se engendran.”
Lao Tse


Como toda buena Teogonía
primero fue la oscuridad,
la Bioquímica danzaba
en los caminos del origen;
no era la vida
ni la muerte,
sólo un pulso,
un insistir desde lo eterno.
Las claves de la lengua
-veloces electrones –
surcaban el primer silencio
que ningún oído humano escuchará.

Los ácidos nucleicos
eran dioses diminutos
que esparcían pensamientos, gestos,
rescataban antiguos planos de ensamblaje;
entonces fue el crepúsculo,
el soplo de la espuma,
la creación de lo divino
en los laberintos del genoma:

¡El verbo estaba vivo!

Fui un lejano sueño sin recuerdo,
cosmos celular,
en mi se iniciaba un rito,
una dinastía;
arcángeles proteicos me cuidaban,
aguardaban el momento de la profecía.
           
¿Aún no lo comprendes?


Yo
vivía en ti como tú en mí
desde antes de las invasiones del esperma,
la historia y el fusil entre las manos,
la pupila y la imagen de la sombra,
antes de que el sexo
tomara su ración de sentimiento.


He vivido en ti
como la voz obnubilada del instinto,
como aquella nada innominable
que engendró la totalidad de tu existencia.




TESTIMONIO DEL HOMBRE



Algunas veces,
de madrugada,
parece que las tímidas formas
engendraran la mirada inescrutable del poeta,
y vierten entonces los minutos
la fecundidad de sus alas.
Y así, en este mundo sin edades,
nace el verso
como el único testimonio posible.


( De Meditación en un laberinto y otros extravíos)


Katia Chiari, Ciudad de Panamá, 4 de diciembre de 1969. Obra poética: “Lagartijas y Estrellas”, “Aguaspiedras”, “Fotos, recortes, poemas, recibos y una que otra confesión”, "Más allá de tu humedad”, “Tripalium”.




Un olor a tierra abonada,
a hembra,
hembra concibiendo
ser casa, puerta y ventana,
cielo, luna y estrella,
da vueltas,
vueltas.

Entra cual tormenta,
amanece cual rocío,
en las noche de insomnio,
barriadas y galaxias,
vida misma, olor a hembra,
vueltas y vueltas,
ir y venir,
ser y estar,
un mareo nos delata.

(de "Aguaspiedras")




Otro puente,
para cruzar a dónde.
La mujer lava sus ropas,
el río crece,
un carro pasa.

(de "Más allá de tu humedad")



Restauramos la fundación,
el casco antiguo,
mientras cabalga el tiempo Josefa
para llegar hasta sus hijos,
y no por romántica, enciende una vela
y sueña.

(de "Más allá de tu humedad")


¡Atención! Estoy en la escuela.
¡Hagan sus tareas! ¡Silencio! ¡Copien!
¿Por qué llego tarde? ¿Quién le dio permiso? ¡Expulsado!
Amo a mi mamá. Mi mamá me ama.
Obedecer a la maestra. Debo obedecer.
Obedecer. Cumplir horarios. Aprender
disciplina, obedecer: Good morning teacher.
How are you today?

Nido de trabajadores,
en fila se forman para las fábricas.

(de "Tripalium")




Lili Mendoza. Ciudad de Panamá, 1974. Estudió biología, publicidad y bellas artes en detrimento de su economía personal. Fue bailarina de ballet cuando era flaca y moría de hambre, también secretaria para no hacerlo (morirse de hambre). Sus historias han sido publicadas en revistas literarias y antologías internacionales. Obra publicada Corazón  de Charol A-Go-Go (2009).




A Benazir Buttho
Diciembre 27, 2007.


Mísera mano;
te han cortado
flor
para admirarte.
No cae el capullo en vano,

lo picotean los pájaros.

Amortajada de sudores,
te cubrieron de miedos
y  barro.
De mano en mano te fueron pasando:
Muerta la flor
no vendrán ruiseñores.

Míseras hojas
abrazan tu espacio,
Flor,
doblados de angustia
te lloran
los tallos.




Proyecto de Ciencias

A Rafa y Jessica


Te acostaré en algodones
para que germines desnudo;
tu cáscara de cera
irá echando raíces.
Yo te veré a diario
para espiarte hojas
y alegrarme
cuando cambien tus olores.

Transplantado a tu lecho de tierra,
resueltos los misterios,
pasarán siglos
para recrearte eterno en
un frasco.




Morsure du tatouage o la Duda de Santo Tomás, que primero fue cuento y ahora poema.

A Frank Tamayo

Gente en desbandada;
Putas, locos y fantasmas,
en su sano juicio
nadie abraza un ron.

Otro para el camino
pero nunca se van.
Disco inferno.
Si Dios habita los cielos
baje ahora a librarme,
en la hora de mi tentación.

Siéntame en tu regazo
para que dude de este instante,
exponme evangelios de tinta,
que los santos bajan a cantinas,
- Santo Tomás de las masas -
-¡Jesús! -
hundida en tu carne.

Magdalena Camargo Lemieszek.  Szczecin, Polonia, 1 de julio de 1987. Reside en Panamá. Actualmente realiza estudios de Lengua y Literatura en el Departamento de Español en la Universidad de Panamá. Cursó el Diplomado en Creación Literaria de la Universidad Tecnológica de Panamá en el 2007. Ha sido publicada en la Antología Panamericana (“Poetas nacidas después de 1976”) de la revista virtual sèrieAlfa y ha sido traducida al catalán. Forma parte del libro colectivo “Contar no es un juego”. Sus cuentos “El pájaro y la cometa” y “Todos los cuentos anidan en tu vientre” ganaron la primera Mención de Honor y la tercera Mención de Honor, respectivamente, en el concurso Premio Universidad Tecnológica de Panamá a la Promesa Literaria 2007. Ganó el Concurso Gustavo Batista Cedeño 2008 con su poemario “Malos Hábitos”, publicado en el año 2009.


Pescando

a M.


Tus manos sobre mi pecho
se aferran como redes.
¿Qué has pescado?
Un par de caracoles fríos por el miedo
esconden peces vivos en la arena.
Ahí abajo,
corre la sal por los aires,
a la espera
de sus olas.




Cierro mis ojos

a Pac


De pronto no sé qué buscar en esta ciudad.
Jorge me canta,
una Vespa espera la luz verde
y yo me vuelvo hacia el pasado...
Una pausa:
yo contra un muro viejo de madrugada,
con mi vestido azul,
tomando el vino de tu boca.
Cuánto fantasma...
Cuánta cueva secreta...
y oscura.
Conocer tus dunas desiertas,
las estepas frías,
los cristales persas,
los murales de Damasco…
Como quien se embarca en una caravana
sólo con tomarte de la mano.
Ahora. Las anémonas y los tulipanes se mecen bajo el agua...
Cierro mis ojos.

La rueda


Estos son los números que salen de la boca de los muertos.
¿No son acaso los huesos
el polvo de los felices
y el camino de los mortales?
Hay un umbral, una tumba:
una avalancha de tierra nos sepulta.

Rueda la rueda de las sales
Ruedan las flores negras
Duermen los animales.

Ésta es la puerta de los que escogieron ser libres.
Éstas, las alas de los audaces.

Pasan las olas
la mesa es la misma
tus ojos tristes son iguales.
Corre niña…corre
que despiertan los animales.




Porfirio Salazar. Penonomé, Provincia de Coclé, 1970. Abogado de profesión, es Máster en Derecho Procesal. Ganador del Premio Ricardo Miró en 1998 y 1999, con los libros: NO REINARAN LAS RUINAS PARA SIEMPRE Y RITOSPOR LA PAZ Y OTROS RENCORES, respectivamente.
Premio Centroamericano de Poesía Rogelio Sinán 2008, con la obra: Animal, sombra mía.
Obras: Selva, Guitarra de Fe, La cítara del sol, entre otras.




1.      CRONICA PARA NO MORIR SIN FE

Es difícil ajustar cuentas,
olvidar los pasaportes al abismo,
esos que compramos cuando la congoja
entraba a nuestra casa.

No es fácil mantener
la vigencia de la última foto,
porque el tiempo no perdona ni retrasa
la partida de sus trenes,
pero más difícil es mentirle a Dios
que siempre brilla en nuestros ojos,
como lámpara de aceite
en medio de la tregua
de unos ojos despiertos.

Durante siglos,
rotos harapos,
el amor ha marchado,
encendido con sombra,
rompiendo ventanas,
posando para ser fotografiado
en las crónicas del egoísmo.

Quien dispuso horrores,
supo extraviar el pan y la dulzura.
Son tantos los caídos
que los dedos de las víctimas
ya no alcanzan
para contar las agonías.

No hay Dios ni cielo
en medio de la calle,
sólo el hombre y sus horrores impunes.

Ojalá que cuando el hombre
proponga la paz,
Dios no haya muerto.
(Del libro: Ritos por la paz y otros rencores, 1999)



2.      CONFESIONARIO
Duele la piedra de la vida / sombra/
duele el deseo que se aleja de nosotros /cuerpo/,
duele el rito de la lágrima,
flor de barro
amasada por  el miedo.

Gime el cigarrillo,
¡qué buenos fuimos a la hora del valor!
Porque viviendo en el intento,
siendo plan de luz en el camino,
triunfo de batalla
antes de contar los muertos,
estuvimos cerca de la muerte,
en plenitud de estar muriendo
en el impulso del viento,
con el dolor o su filo
en el umbral de los ojos.


Porque perdidos o callados,
amando lo imposible,
no hicimos lo posible
para ser lo más humano
entre la sombra.

Duele la vida y todo el viento
porque no pintamos un ojo en el amor
para mirar  al mundo desde adentro.
Porque fuimos sin ser de veras.
Porque fuimos y no creímos.
Porque estamos muertos.
                       (Del libro: Animal, sombra mía, 2008)


            3. CUERPO A SOLAS
"Tu cuerpo infinitamente. . ."
                                                           - Tomás Segovia -

Alto en espumas como cielo y río,
 sus mares son las aguas del diamante.
Guirnalda más ceniza, luz amante:
 tu cuerpo a solas como cuerpo mío.

Bendito con los dones del rocío
 es vigilia de tiempo fulgurante.
En noches lo recorro, caminante,
 y la luna me arropa con su lío.

Polvo de carne, fruta de calvario:
 su sangre a mis fulgores da posada,
 y mi piel se hace eterna con su día.

De mi anhelo, tu cuerpo es el sagrario
donde guardo esa lágrima callada
 que en instantes tu pena me partía.

                       (De: La Citara del sol, 2002)




Salvador Medina Barahona (Mariabé, Panamá, 1973). Poeta, ensayista y promotor cultural. Ha publicado cinco libros de poesía, el más reciente de ellos "La hora de tu olvido", una intensa elegía al padre. Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía "Stella Sierra" 2000 y con Mención de Honor del Premio Centroamericano de Literatura "Rogelio Sinán"  2001-2002, así como con el Premio Nacional de Literatura “Ricardo Miró” 2009, en el género poesía. Poemas y reseñas críticas suyas han aparecido en prestigiosas revistas locales e internacionales, como la Revista Cultural Maga, el Black Renaissance Noire de la Universidad de Nueva York y la Revista Carátula de Sergio Ramírez. Fue incluido en la antología al francés "Poésie Panaménne du XXe Siècle" de Olver Gilberto de León, Universidad de la Sorbona, Francia. Realizó periodismo cultural durante dos años en La Estrella de Panamá, dirigiendo la página dominical Letras de fuego, del grupo literario del mismo nombre.
 
 


Poemas tomados del libro inédito 50 instantáneas y un crimen
 
 
 
Mantra de un masoquista
  
 
¡Ay!, si la vida fuera un golpe.
 
 
 
 



Stigmata
 
 
Hoy
nacen
orugas venenosas
de
mi
costado.
 
 

 
 


El poeta y las ánimas
 
 
No es
posible
burlar
esta multitud
en
los márgenes
de
la ciudad.
 
Como yo,
tienden
sus
sueños
en
la mitad
de
la calle.
 
 
 
 

 
El banquete
 
 
Arriba,
en la alta mesa,
los poderosos eligen qué comer,
con qué vino aligerar sus dones.
 
Abajo
—desdeñoso—
un perro orina
en la boca
de los pobres.
 



María Gilma Arrocha Castrellón (Sofía Santim) es Paulina Atma. Ciudad de Panamá, 12 de mayo de 1982. Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Católica Santa María la Antigua, Panamá. Máster en Propiedad Intelectual e Industrial y Sociedad de la Información en la Universidad de  Alicante, España. Obras publicadas: El rostro de la soledad (Poesía, 2001) y Cenizas (Ensayo, Cuento, Teatro, 2002), Encontrarás (2006). Ha sido galardonada en numerosas ocasiones en el Certamen Anual de poesía del Club Unión de Panamá. En el 2002 la Cámara Junior le otorga el reconocimiento de Joven Sobresaliente, en el campo de Logros Culturales. En el 2005 es invitada por la Casa de América a su V Festival La Poesía tiene la Palabra, compartiendo sus versos con 17 poetas de Hispanoamérica.


Estoy en guerra,
en guerra con la vida.
Sin la necesidad de derramar sangre,
sin la convicción de que la violencia
resuelve y libera la paz,
sin la real voluntad de combatir,
estoy en guerra con la vida.

Sola sin batallones,
sin legiones
o sin campo,
libro lo que creo
es la lucha,
lo que espero sea la respuesta.

Estoy en guerra con la vida
porque me orilla,
me estruja
y me corrompe.

Estoy en guerra con sus señalas
con sus conjeturas
y con sus vicios.

Los puentes que cruzo se rompen,
las nubes que alcanzo se pierden,
las manos que uso me engañan.
No confío en mis ojos,
no me fío de los abrazos,
ya no,
no después de ti,
no después mi bautizo
en tus aguas negras.

Clavo tres estacas
para delimitar mis pasos.
El mapamundi soy yo,
quien diga lo contrario
no ha salido a recorrer el mundo.



De EL MAR, Poesía, inédito, 2009


DECIRLO SÍ …

Estoy enamorada.
Estar sin ti,
El nudo en la garganta.
El corazón revuelto
Y el estómago apretado.

Sin ti,
Sin estallar en tus formas,
Sin romperme en tu espuma.


Esa ruptura y ese candil,
Ese aletear en la cola del mundo,
Sentir lo insensible
Paseando en una ola.

Corriendo a la velocidad del tiempo
Sin paz y sin lucha,
sin nada entre las manos,
Con el mundo entre los dedos.
Corriendo, sí,
Corriendo sobre el mundo.
DROP


Hoy corrí una ola enorme.
Baje por ella, como quien baja por su propia vida,
A prisa y con miedo.

Pero algo en ella, me dio la sensación de estar viva,
De estar realmente viva, como cuando te sacuden el brazo fuertemente,
O alguien sopla en tus oídos.

Caí por sus caminos
Como un mango cuando tiene frío,
Y me entregué a su ruta de agua,
Como un niño al verano.

Fue como cortar una sandia,
Recién parida,
Y sorber sus cantos uno a uno,
Despertarme con el sol entre la manos
Y el alma bien abierta.